Sin embargo, la investigación realizada en la etapa de construcción provocó un cambio de rumbo en la situación procesal de Lucila, que hoy está señalada como la principal acusada del hecho.
Esta pericia finalmente fue descartada y hoy no tiene validez en el proceso oral que se está llevando a cabo.
Lucila, más complicada
El médico que examinó el cadáver de Solange Grabenheimer aseguró esta tarde en el juicio oral por el caso que el crimen se produjo entre la 1 y las 7 del 10 de enero de 2007, cuando la imputada Lucila Frend estaba en la escena del crimen.
Se trata de Eugenio Aranda, forense de la Policía Científica bonaerense, único médico legista que vio el cadáver y que se convirtió en el testigo "clave" de la fiscalía para acusar a la imputada.
Una empleada del negocio de polarizado de autos donde trabajaba Solange Grabenheimer complicó hoy a Lucila Frend al asegurar que nunca atendió un
llamado de la imputada buscando a su amiga el día en que luego fue encontrado el cadáver.
Se trata de María Celeste Stuchetti, encargada del negocio Autotint, que el padre de Grabenheimer tiene en la zona de Warnes y donde Solange nunca llegó a trabajar aquel 10 de enero de 2007 porque ya había sido asesinada.
Esta testigo negó tanto en la instrucción como ahora en el juicio que Lucila haya llamado pasadas las 14 al local para preguntar por Solange porque no la encontraba por ningún lado.
"Ese día no llamó nadie preguntando por Solange", dijo categóricamente Stuchetti.
Para el fiscal este llamado es clave, porque Frend declaró en la instrucción y también en este juicio que llamó a Autotint en su derrotero por intentar ubicar a su amiga ese día, pero Stuchetti lo negó.
Sin embargo, los defensores de Frend, Francisco García Santillán y Sergio Pizarro Posse, exhibieron en la audiencia el informe de llamados entrantes y salientes de la causa y allí figuraba que desde el laboratorio donde Lucila trabajaba en San Fernando, aquel 10 de enero de 2007 hubo un llamado a Autotint a las 14:17:55 que duró doce segundos.
Cuando la defensa mostró la evidencia de ese llamado, la testigo se puso algo nerviosa.
"Si sonó el teléfono y atendí, no hubo charla. Quizás alguien llamó y se cortó o no habló", dijo la ex empleada de los Grabenheimer.
El fiscal Alejandro Guevara cree que Lucila hizo ese llamado, pero no habló porque había asesinado a Solange y necesitaba tener luego una coartada y poder decir que intentó ubicar a Solange.
Stuchetti también dijo que tenía una estrecha relación con Solange y que ésta le había contado que tenía problemas de convivencia con Lucila y planeaba irse a vivir sola. (Infobae)