El móvil de la comisaría Séptima se dirigió al lugar, solamente al mando de un oficial ayudante y del chofer.
Cuando los policías llegaron al lugar, fueron atacados a pedradas por los mismos individuos y vecinos.
La agresión les causó diversas heridas, por lo que los policías corrieron al móvil para resguardarse, mientras seguían lloviendo las piedras, que dañaron el patrullero, al que le rompieron las ópticas, parabrisas, vidrios laterales espejos y carrocería.
En razón solicitaron apoyo a otros móviles, y en pocos minutos arribaron al lugar los de las comisarías Cuarta, Octava e Infantería, que rodearon la zona a la espera de la orden judicial para allanar y arrestar a los agresores.