El segundo hecho ocurrió el 24 de agosto del 2006, alrededor de las 11.20 de la mañana, cuando Sosa ingresó a un locutorio de calle Rivadavia 778.
En un descuido de la empleada, Patricia Beatriz García, y sin ejercer violencia, el ladrón se apoderó de un teléfono celular “Sony Ericsson W 300”, que se encontraba en un exhibidor sobre el mostrador del local.
Sosa deberá responder por los delitos de robo y hurto, respectivamente.