El debate comenzó la semana pasada con la lectura de la requisitoria fiscal, en la que se le imputan los delitos de falsificación de instrumento público, impresión fraudulenta de sellos verdaderos, y fraude agravado en perjuicio de la administración pública.
Según se relata en la acusación, Ferreira aprovechó su condición de empleado judicial, para falsificar oficios y colocarles los sellos del Juzgado, luego de lo cual se presentaba en el entonces Banco de Catamarca, para extraer fondos de cuentas que permanecían sin movimiento.
Con estas maniobras, el imputado se habría logrado alzar con una suma de aproximadamente $ 21.000.
Luego de rechazarse el pedido de la defensa, el acusado se abstuvo de declarar y mañana comenzarán a escucharse los primeros testimonios.