El comerciofue rodeado por gran cantidad de uniformados y efectivos del grupo especial Halcón.Durante cinco horas se mantuvieron tensas negociaciones, signadas por losabruptos cambios de actitud de los delincuentes. Todo comenzó poco después delas 19 en el supermercado Eki, ubicado en la avenida Pavón al 2300 de Gerli.
Con el pasode las horas, los asaltantes permitieron la salida de algunos de los rehenes (entotal eran 21) y mantuvieron cautivos a alrededor de diez. Hasta la entrega y elarresto, las escenas variaron diametralmente. Hubo amenazas de muerte, undisparo intimidatorio, golpes a uno de los rehenes y una insólita condiciónpara entregarse de parte de uno de los asaltantes: pidió un teléfono celularpara hablar con su madre. Minutos después, cumplió con su promesa y, al igualque sus cómplices, se rindió.