El hecho se inició cerca de las 8, cuando tres delincuentes fuertemente armados asaltaron a un médico y le sustrajeron su automóvil Peugeot 306 en la intersección de las avenidas Dellepiane y Escalada, en el barrio porteño de Parque Avellaneda, según revelaron las fuentes.
El jefe policial de la circunscripción octava de Capital Federal, el comisario inspector Carlos Roncati, indicó a Télam que al instante del robo, "el hombre asaltado visualizó un patrullero de la comisaría 40, les avisó a los policías y a la distancia les indicó cuál era su automóvil".
Así se inició una prolongada persecución en la que los delincuentes tomaron la autopista Riccheri a altísima velocidad, rumbo a Ezeiza, mientras eran seguidos de cerca por el auto de la Policía Federal.
Al llegar a la altura del Mercado Central, los delincuentes tomaron la colectora y, en plena ruta, comenzaron a disparar contra el patrullero.
A la altura de la colectora y Boulogne Sur Mer, tras una mala maniobra, el Peugeot 306 chocó contra el guardarrail y la misma suerte corrió el móvil policial que lo perseguía, que quedó a 50 metros del auto robado.
Los tres delincuentes y los policías bajaron de los vehículos y se desató un fuerte intercambio de disparos.
"Uno de los ladrones disparaba salvajemente a dos manos contra los policías, cubriendo la huída de sus dos cómplices", detalló a TélamRoncati.
Tras la primer ráfaga de disparos, la agresión de los delincuentes fue repelida por los dos efectivos de la Policía Federal que viajaban en el patrullero.
El ladrón que disparaba a dos manos cayó muerto, otro fue herido y detenido y el tercero logró escapar a la carrera aunque, según la apreciación de los uniformados, también habría sido alcanzado por las balas.