Se trata del cabo primero Hugo Daniel Díaz, de 39 años y padre de dos pequeños hijos, quien se convirtió en el policía federal número 36 asesinado en lo que va de 2002.
El homicidio de este suboficial de la Sección Tucumán de la Superintendencia de Drogas Peligrosas ocurrió cuando el hombre volvía uniformado de prestar servicio.
Al ser atacado por un grupo de ladrones armados, Díaz extrajo su pistola reglamentaria y repelió la agresión, no obstante los delincuentes lo asesinaron de un balazo en el corazón.