El Doctor Juvenal Pacheco Farfán dice: «Todo lo que existe es parte de ella. El pasado ha generado el presente, del mismo modo que el presente va formando el futuro. De esta manera, Pachamama unifica el pasado con el presente. De esta forma, contiene en su seno a los seres del pasado y a los seres del futuro, al mismo tiempo que protege y cuida a los seres vivos. El universo contiene el sello vital de la Pachamama, en ella se concentra todo el espacio, todos los seres y todos los tiempos».
Pachamama para nuestra cultura Andino Inka, es la Diosa Protectora de los bienes materiales y espirituales de este universo, es decir en la propia naturaleza.
Dentro de esa concepción aborigen, se dice que la tierra no pertenece al hombre, sino que el hombre pertenece a la tierra, como todo lo que existe en ella.
En la actualidad, después de 500 años, está vigente la creencia de que la Pachamama sigue siendo la deidad protectora del aire, del agua, de la luz, del fuego, de la vida vegetal, animal y humana, ya sea en las montañas, en los mares, en las pampas o en los montes, por eso, cada 1 de agosto se le rinde culto a nuestra Madre Tierra o Naturaleza, aunque de acuerdo al sincretismo tras un largo proceso de aculturación, el nativo compara a Huirakocha o Wiraqocha, Pachakutek o Tata Inti, con Jesucristo y a la Pachamama o Naturaleza, con la Virgen María, así como a los apus o dioses menores de nuestras culturas.