Debido a la gran diferencia entre los tamaños y brillos de ambos objetos celestes, este fenómeno de la naturaleza, al que los astrónomos denominan “Tránsito”, solo podrá ser observado a través de telescopios funcionando con una moderada cantidad de aumentos que cuenten además con los dispositivos de seguridad adecuados.
El primer tránsito de Mercurio fue observado por un francés, el párroco y profesor de filosofía y matemáticas Pierre Gassendi, el 7 de noviembre de 1631, tal como lo había pronosticado el astrónomo alemán Johannes Kepler.
En promedio, hay 13 tránsitos de Mercurio por siglo. Este 8 de noviembre sucederá el segundo tránsito de Mercurio del siglo XXI. El anterior ocurrió el 7 de mayo del año 2003 y el próximo ocurrirá recién el 9 de mayo del 2016.
El Observatorio de la Asociación Argentina “Amigos de la Astronomía” dispondrá, en los terrenos de su sede social del Parque Centenario, varios telescopios destinados a saciar la curiosidad de las personas que quieran presenciar observando en vivo y en directo el paso de Mercurio por delante del Sol.
Mercurio se verá como un punto diminuto inmerso en el disco solar, al que lentamente irá atravesando. La dirección de desplazamiento será desde el borde sureste (arriba) hasta el borde oeste (abajo) del Sol. No pasará por el centro solar, sino aproximadamente por un cuarto lateral.
Además, a partir de las 16.13 hasta las 18.00, cada quince minutos, se proyectarán en el Salón de Actos de la institución imágenes de tránsitos anteriores al de esa fecha con el fin de explicar de manera amena y sencilla los detalles y pormenores de este tipo de fenómenos astronómicos.
La Asociación recuerda y destaca que la observación directa del Sol requiere de cuidados que deben ser atendidos por especialistas y que sin la protección adecuada puede llegar incluso a perderse la vista.