Los ensayos que las normas establecen para los distintos ámbitos donde el mueble prestará servicio, verifican si puede cumplir satisfactoriamente las exigencias del uso. Se los somete a esfuerzos mecánicos y se toma también las medidas que comprueban si su ergonomía satisface a la población de referencia.
La necesidad de la aplicación de estas normas, fundamentalmente en el mobiliario de oficina, está directamente relacionada con las exigencias en cuanto a calidad de producto, seguridad y durabilidad que los grandes compradores de muebles, como son las empresas y los organismos públicos exigen.
Siendo estas pruebas de laboratorio una necesidad para los grandes consumidores, es de esperar que en el corto plazo los pequeños también se sumen a esta tendencia.
En el país se comercializan aproximadamente 3000 sillas de oficina por día. La mayor demanda de este tipo de silla, sobre las de uso doméstico, está relacionada con las implicancias de los aspectos de seguridad y ergonomía en el ambiente laboral.
Si bien en algunos ámbitos empresariales consumidores de mobiliario, se le ha dado importancia a estos aspectos, en el país son de aplicación voluntaria. Dada que la cantidad de consultas recibidas y asistencias brindadas por parte del Centro INTI-Madera y Muebles ha aumentado en la actualidad, se deduce que algunos fabricantes están comprometidos a darle una mayor atención a sus productos en estos aspectos.
De existir una regulación obligatoria respecto de estas consideraciones, los aspectos de seguridad y ergonomía se extenderían a la mayoría de los puestos de trabajo en oficina, resultando en la mejora del ambiente laboral.
INTI MADERAS integra en IRAM el Sub-Comité de normalización de muebles, el cual tiene el fin de crear la normativa necesaria.