Llegó en un clima de sospechas, proveniente del club Baniyas de los Emiratos Árabes, donde no convirtió goles en los únicos dos partidos disputados.
El prejuicio indicaba que, con ese antecedente más sus 34 años, regresaba a la Argentina en mala condición física, pero el Franco argentino tapó las bocas al convertir 14 goles en 21 partidos (13 en el Nacional B y uno en la Copa Argenitna) y ser pieza clave en el ascenso.
Ya en la máxima categoría, sin embargo, el karma que parece perseguirlo reabre el debate sobre su sequía goleadora que lleva ya 900 minutos sin convertir en la máxima categoría o, lo que es lo mismo decir: 0 (cero) goles en su historial de Primera División en el fútbol argentino.
David Trezeguet debutó en Primera el 12 de junio de 1994 con la camiseta de Platense, en un partido que terminó igualado 1-1 ante Gimnasia de La Plata. Disputó cinco partidos con la camiseta del "Calamar" y se fue al Mónaco de Francia sin marcar goles en su país de origen.
Las estadísticas de Trezeguet:
• Jugó en el Mónaco entre 1995 y 2000: disputó 119 partidos y marcó 60 goles. Promedio: 0,50.
• Entre 2000 y 2010 jugó en la Juventus (Italia): disputó 320 partidos y marcó 171 goles. Promedio: 0,53.
• De 2010 a 2011 jugó en el Hércules (España): disputó 31 partidos y marcó 12 goles: Promedio: 0,38.
• Entre 2011 y 2012 jugó en el Baniyas (Emiratos Árabes): disputó 2 partidos y no marcó goles. Promedio: 0.
• Ya en Europa se nacionalizó francés para jugar con la Selección "gala" con la cual fue campeón del Mundo en 1998 y en la que disputó 71 partidos y convirtió 34 goles. Promedio: 0,47.
• A partir de 2012 juega en River en el Nacional B + Copa Argentina: disputó 21 partidos y marcó 14 goles. Promedio: 0,68.
• River en Primera: lleva disputados 5 partidos y no marcó goles: Promedio: 0.
El debate está abierto: en esta nueva etapa del equipo "millonario", muchas son las críticas hacia los planteos tácticos del técnico, Matías Almeyda, que dejan al delantero en solitario, sin generadores de juego que lo asistan y en consecuencia lejos del área, su hábitat natural.
Si bien el equipo sufre un déficit de juego colectivo evidente y cada vez más preocupante, lo cierto es que el Franco-argentino se mostró dubitativo e ineficaz a la hora de definir las pocas situaciones que ha tenido y el arco, para él, sigue siendo un tesoro cerrado bajo siete llaves.
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