"Sólo queda una explicación... la explosión de un torpedo", dijo hoy a la cadena rusa de televisión RTR el ministro Klebanov, quien dirige una investigación oficial sobre el desastre en el que murieron los 118 miembros de la tripulación.
El anuncio siguió a nuevas misiones realizadas esta semana para tratar de reflotar restos del submarino nuclear del fondo del mar de Barents.
Un informe preliminar de la Marina rusa ya había concluido que el submarino se hundió cuando uno o más de sus propios torpedos explotó, pero esta última declaración acerca al gobierno a un anuncio final.
La pérdida del Kursk, la peor catástrofe en la historia naval rusa en tiempos de paz, enmudeció a Rusia, y muchos militares de alto rango sugirieron que su hundimiento podía haber sido causado por una colisión con un submarino de la OTAN o con una mina.
En total, 115 de los 118 cuerpos fueron recuperados, identificados, y enterrados.(Télam-SNI).-