"Es vital llevar a los autores de este crimen ante la justicia lo antes posible y la ISAF pondrá todos los recursos necesarios para lograrlo", declaró el comandante de esta fuerza multinacional, el mayor turco Akin Zorlu.
La ISAF, que cuenta con unos 5.000 soldados que se encargan de garantizar la seguridad en la zona de KAbul desde la caída del régimen talibán, anunció además que reforzará sus patrullas en la capital para evitar que se repitan ataques similares.
El gabinete del presidente afgano, Hamid Karzai, decidió ayer pedir la colaboración de la ISAF en una comisión ministerial creada el sábado para capturar a los asesinos.
Mientras tanto, las banderas ondeaban a media asta en Afganistán, que vive hoy un día de luto nacional por el asesinado vicepresidente, en cuya memoria se rezaban oraciones en las mezquitas de todo el país.