Tras aquellos arrestos, el ministro de Interior español, Jorge Fernández Díaz, aseguró que los presuntos yihadistas guardaban un "gran paralelismo" con la célula que atacó la revista satírica francesa Charlie Hebdo el pasado 7 de enero.
Se trataba de dos parejas de hermanos "fuertemente radicalizados", "muy adiestrados" y que estaban "dispuestos a cometer un atentado e incluso inmolarse", dijo entonces el máximo responsable de seguridad.
Todos los detenidos son de origen marroquí y tenían nacionalidad española, según informó el Ministerio de Interior español en un comunicado.
Esta actuación policial es el primer gran golpe "antiterrorista" en España desde los atentados en París contra Charlie Hebdo y un supermercado judío el pasado 7 y 9 de enero, que provocaron conmoción y alarma mundial.
La investigación se inició cuando uno de los detenidos publicó en Facebook un video de entrenamientos militares y llamamientos a la yihad (guerra santa).
En el barrio El Príncipe ya se habían llevado a cabo operativos contra células de captación de combatientes para unirse a los grupos de Al Qaeda y el EI en Siria e Irak, el último el pasado diciembre.
Pero en esta ocasión, los investigadores detectaron que la célula tenía características diferentes y era un grupo operativo con capacidad e infraestructura para cometer ataques en España.
"El grupo desarticulado estaba plenamente operativo e integrado por individuos ya radicalizados y concientizados en la posible ejecución de atentados tanto en nuestro país como en los del entorno europeo", subrayan las autoridades españolas.
La célula desarticulada "seguía las directrices impartidas por el líder de la organización terrorista yihadista DAESH" -como se denomina al Estado Islámico (EI) en Siria- "a través de una poderosa y agresiva campaña de comunicación y difusión mediática en las redes sociales y páginas yihadistas de Internet", señalan.
Interior insiste en que los detenidos presentan perfiles coincidentes con los de los autores de los atentados llevados a cabo en París los días 7 y 8 de enero, lo que evidencia "su alto nivel de radicalización y potencial peligrosidad".
"Estaban preparados tanto física como mentalmente para la "yihad"(guerra santa). Asimismo, adoptaban numerosas y complicadas medidas de seguridad en sus desplazamientos y comunicaciones"; y "tenían acceso a la adquisición de armas de fuego en el mercado negro y una clara predisposición para su uso en un potencial atentado terrorista", sostienen los investigadores.
Este hecho quedó evidenciado tras la operación del 24 de enero con la incautación de una pistola marca Glock en el registro domiciliario de uno de los entonces cuatro detenidos.
El caso está en manos de la Fiscalía y el juez Pablo Ruz de la Audiencia Nacional de España, donde hoy se tomó declaración a una joven marroquí que quería unirse al EI y fue detenida el pasado sábado en el aeropuerto de Barcelona.
La detenida, identificada como Samira Yerou, regresaba de Turquía después de haber fracasado en su intento de unirse al EI al no poder cruzar la frontera de Siria. Viajaba con su hijo de tres años y fue arrestada al regresar a España. De acuerdo con las autoridades españoles, la joven realizaba importantes labores de reclutamiento y envío de mujeres a las milicias yihadistas.
Fuente: Télam