La revelación llegó cuando el gobierno analiza minuciosamente la veracidad de la última presunta comunicación de al Qaeda, donde una persona que se identificó como portavoz del grupo liderado por Osama Bin Laden dijo que planean nuevos ataques terroristas a gran escala con "los más inesperados lugares del enemigo" como objetivos.
Al hablar en la Cámara de Representantes, el secretario de Justicia, John Ashcroft, no mencionó específicamente la operación de rastreo, pero dijo que "existen terroristas y colaboradores en Estados Unidos que aun no han sido identificados de un modo que nos permita tomar una acción preventiva contra ellos".