Aviones de combate, cámaras de vigilancia callejera y despliegues especiales de policía se mezclaron en los conciertos multitudinarios y los fuegos artificiales con los que los estadounidensescelebraron su día de la independencia.
A pesar de las medidas de seguridad para el 4 de julio, el primero desde los atentados del 11 de setiembre, el Gobierno estadounidense insiste en que no se detectaron amenazas concretas de ataques terroristas.
El centro gubernamental de coordinación nacional antiterroristaduplicó el número de sus efectivos y hubo patrullas aéreas sobre "las principales ciudades y otros puntos del país de forma aleatoria", agregóel vocero Ari Fleischer.
Tanto el FBI como otros organismos de seguridad, e incluso del Departamento de Estado, señalaron un incremento en los últimos días del "tráfico" de comunicaciones entre posibles terroristas, pero sin datos concretos.(Télam-SNI)