Los gráficos, afiliados a la mayoritaria central sindical CGIL protestan contra por la decisión del gobierno de abolir el artículo 18 del estatuto de los trabajadores italianos contra despidos arbitrarios, durante un período "experimental" de tres años en las empresas con más de 15 dependientes.
Esta medida forma parte del plan de flexibilización puesto en marcha por el gobierno de centro-derecha liderado por el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi.
La huelga de gráficos forma parte de la movilización anunciada por Sergio Cofferati, líder del sindicato mayoritario de izquierda CGIL que cuenta con cinco millones de afiliados y que se disoció del pacto social firmado por las otras centrales sindicales y por los sindicatos.
Sin embargo, salieron regularmente a la venta, en cambio La Stampa de Turín -considerado el diario de la Confindustria, la asociación de los industriales italianos- el periódico económico IL Sole 24 Ore e Il Giornale, de propiedad del primer ministro italiano, Silvio Berlusconi.
Por su parte, la CGIL anunció una nueva huelga general para septiembre próximo e iniciativas "ante los órganos competentes" en el caso de que la CGIL quede fuera de las mesas de negociación que se abrirán más adelante".
La decisión de excluir al sindicato mayoritario de las negociaciones que comenzarán en las próximas semanas fue del ministro del Trabajo Roberto Maroni (Liga Norte).