La manifestación encerraba una prueba de fuerza entre el gobierno español y el gobierno regional vasco, que se negó a calificar el encuentro de ilegal, tal como había exigido la administración central en Madrid.
El encuentro había sido convocado bajo el lema "Gora Euskal Herria" (Viva el País Vasco) y para protestar contra la suspensión de actividades de Batasuna, decretada por el juez instructor Baltasar Garzón el pasado 26 de agosto. (Télam-SNI).