"Hemos visto que es necesario ir más allá de la simple reacción a las crisis y afrontar los problemas de gobierno y de desarrollo que conducen a ellas", afirmó el ministro del Exterior de Canadá, Bill Graham, en la localidad canadiense de Whistler, en una reunión que mantuvo con sus pares de otros países para preparar el encuentro.
Los líderes del G-8 pretenden ante todo dirigir su mirada más allá de la gestión de la crisis diseminadas en el mundo globalizado, y en esta tarea su máximo desafío es la aprobación de un plan de acción para los países africanos conocido como Nepad, "Nueva Cooperación para el Desarrollo de Africa".
Se trata de una iniciativa común de los estados africanos para impulsar con fuerza propia medidas políticas y económicas para promover el desarrollo de su continente, supervisados por organismos independientes de autogestión. (Télam)