Procurará sensibilizar y concientizar a alumnos, padres, docentes, directivos, supervisores, cooperadoras y en general a todos los estamentos que conforman el concepto de comunidad educativa en relación a la problemática social de la violencia, planificando actividades de acuerdo a los diferentes niveles de enseñanza, y en relación con el desarrollo escolar y las características del grupo, tomando como objetivo comprender cómo se construye y qué significa el fenómeno de la violencia.
Visualizará enfoques y promoverá medidas de índole técnico-pedagógicas y didácticas, administrativas y culturales, que faciliten la eliminación de la violencia en sus múltiples expresiones en el ámbito educativo, aspirando a que también repercutan en lo social; impulsará y fortalecerá el desarrollo de estudios e investigaciones sobre violencia en todos sus aspectos; formará y capacitará a docentes, directivos y supervisores, mediante talleres y jornadas de reflexión, en políticas, estrategias y técnicas tendientes a prevenir y eliminar la violencia o su riesgo.
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Además, favorecerá la interrelación del Programa de Prevención de la Violencia Escolar entre los establecimientos educacionales y los centros de atención y prevención dependientes de otras áreas del Estado provincial y los municipios y articulará con los medios de comunicación social el desarrollo de campañas de información sobre el fenómeno de la violencia y su riesgo, alentando la inclusión en la programación habitual de contenidos que contribuyan a su prevención y erradicación.
Otros detalles
De acuerdo a la iniciativa, presentada por la diputada Sara Ludueña de Cadó(FCyS), para el logro de los objetivos previstos, el programa será implementado a través de los talleres, cursos, paneles, encuentros, mesas redondas, congresos, jornadas, procesos de mediación y toda estrategia o técnica que la literatura científica defina, entendiéndose la enumeración anterior como meramente ejemplificativa. La coordinación de estas acciones estarán a cargo de la Subsecretaría de Planeamiento y Gestión Educativa, dependiente del Ministerio de Educación.
Durante el desarrollo del programa se crearán y capacitarán equipos interdisciplinarios que elaborarán y canalizarán los productos emergentes de las estrategias, técnicas y demás posibilidades adecuadas, y se constituirá un Consejo Consultivo integrado por representantes de Organizaciones No Gubernamentales de relevancia y/o entidades académicas especializadas en la temática de la violencia y/o riesgo, cuya función será la de asesorar al programa respecto de las vías de acción a seguir, y recomendar sobre las estrategias, técnicas y demás posibilidades adecuadas para el cumplimiento de sus objetivos.
El Ministerio de Educación deberá efectuar las prevenciones presupuestarias necesarias para la implementación del programa, en el futuro presupuesto.
La Subsecretaría de Planeamiento y Gestión Educativa del Ministerio de Educación será el órgano de aplicación del programa, para cuyo cometido deberá designar al personal de la rama y nivel que estime corresponda de acuerdo a su formación profesional, circunstancias del caso y demás posibilidades establecidas en la ley; convocar a la Organizaciones No Gubernamentales y a las entidades académicas, especializadas en la temática de la violencia y/o su riesgo, a fin de constituir el Consejo Consultivo y reglamentar su funcionamiento; realizar la evaluación periódica de la eficacia del programa; ratificar o rectificar medidas y acciones puestas en marcha, haciendo públicos sus resultados; coordinar la suscripción de los convenios con las demás áreas del Estado provincial y con los municipios de la provincia; recopilar la información emergente de la aplicación del programa para su sistematización y posterior evaluación y analizar la factibilidad de formalizar convenios de intercambios y cooperación con otras provincias y organizaciones internacionales dedicadas al tema.
“En el estudio y análisis del flagelo de la violencia y sus orígenes, quizás podamos encontrar múltiples causas, pero existe una marcada tendencia en distintos sectores sociales a resolver los problemas y los conflictos de intereses, cualquiera sea su gravedad, mediante el uso de la violencia como arma de acción o de persuasión”, comentó la diputada Cadó.
Advirtió que“se podría llegar a condicionar gravemente el futuro de cualquier sociedad si no se prevén urgentes medidas que aseguran paz, seguridad y justicia que los habitantes reclaman”
Indicó que el aumento alarmante de la violencia en las dos instituciones primarias socializadoras del ser humano, la familia y la escuela“es preocupante, pero es necesario una toma de conciencia en serio no solo por parte del Estado, sino también de la comunidad toda, porque los resultados a los que podamos arribar para combatirla dependerán, en mayor o menor grado, de las políticas públicas que se apliquen desde el Estado, pero también dependerán de los grados y tipos de violencia que se acepten o toleren socialmente, de allí la cuota de responsabilidad que la comunidad en su conjunto tiene sobre el tema”
Finalmente, considera que“se hace necesario crear urgente un programa provincial preventivo que tienda a modificar las pautas culturales que la sustenten, logrando concientizar a todos los estamentos que conforman el concepto de comunidad educativa sobre la problemática social de la violencia”