La velada boxística, que significará la reapertura del Luna Park al boxeo después de 15 años de inactividad, se denominará "Homenaje a una pasión" conmemorando los 70 años del estadio y será, además, un testimonio de gratitud a una figura emblemática como el recientemente desaparecido Juan Carlos "Tito" Lectoure, fallecido el 1 de marzo pasado.
En el encuentro con la prensa también se hicieron presentes, el actual conductor del Luna Park, Esteban Livera (sucesor de su tio "Tito" Lectoure, el entrenador del boxeador argentino, Carlos Tello, el técnico y el manager del nicaraguense, Rigoberto Garibaldi y Mario Arce, respectivamente.
"Me preparé toda la vida para esta pelea. Desde que pisé por primera vez un gimnasio, me preparé con la mentalidad que alguna vez iba a pelear por un título del mundo", señaló emocionado el chubutense Narváez, quien además dijo estar orgulloso de ser uno de los protagonistas de la pelea que reabre las puertas del Luna Park.
Por su parte Rivas, reconoció que en los últimos días tenía siete libras demás (algo más de tres kilos), por encima de la categoría, y que no iba a tener problemas para dar el peso (el límite de la divisional mosca es de 50,802 kilogramos). (Télam).