Cristina realizó estas declaraciones en Casa de Gobierno, en un acto de homenaje a Antonio "Gaucho" Rivero, quien lideró en 1833 una rebelión contra la ocupación británica de Malvinas.
La jefa de Estado criticó los criterios de ese ranking, elaborado por la revista "Global Finance", ya que se valora "la determinación de los bancos centrales para plantarse frente a interferencias políticas".
"¿Quién hace interferencias políticas?", preguntó la Presidenta. "Los Poderes Ejecutivos, que son elegidos por el conjunto de la sociedad en elecciones populares, libres y democráticas".
Otro criterio de la revista, agregó, es la determinación de los banqueros centrales para "influir sobre sus gobiernos en temas tales como el gasto público".
"Mercedes (Marcó del Pont) tendría que tener fuerza para hacerme parar lo que ellos denominan gasto y nosotros inversión", replicó la jefa de Estado.
Resaltó al respecto que frente al "principal problema que atraviesa hoy Europa, la pérdida de soberanía monetaria de los países, dicen que lo malo es lo que hace Mercedes, y recomiendan no interferir en la política monetaria".
"Mercedes debería decirme que no hay que gastar, que hay que eliminar promociones fiscales y reducir el gasto social, no más asignaciones, no más aumentos salariales, porque son expansivos de la base monetaria", ironizó Cristina.
Volvió luego a citar al ranking, ya que mide a los bancos centrales según el grado de "apertura hacia las inversiones y servicios financieros".
"No la inversión extranjera directa para producir bienes y servicios, se refieren al encaje que nosotros tenemos para el ingreso de capitales", explicó la Presidenta.
Lo que se critica, indicó, es que "no permitimos abrir el mercado al ingreso de capitales financieros especulativos, que vienen dos o tres meses y luego se retiran".
"Eso es lo que se pueden ver en Europa, cómo los capitales se van de España, de Portugal, de Grecia y de otros países en crisis, y pasan a los bancos franceses o alemanes, que los vuelven a prestar más caros", ilustró Cristina.
La jefa de Estado trajo a colación un estudio realizado en 1998 por el Banco Mundial, que ubicó al sistema financiero argentino entre los más sólidos del planeta, sólo detrás de Singapur y en la misma posición de Hong Kong.
Hoy, agregó, "consideran mucho más riesgosa la deuda argentina que la española o la griega. Somos lo que no se debe imitar, hay que castigarnos con el riesgo país", continuó la Presidenta.
Recordó después que en 2001 la Argentina encargó al Fondo Monetario y al Banco Mundial una evaluación sobre la solidez del sector financiero.
"Los resultados fueron que se cumplían 28 de los 30 principios del comité de Basilea, mientras sólo dos necesitaban algunas mejoras; en realidad, estaban preparando la salida", sostuvo.
La Presidenta advirtió por último que "estas cosas no se dicen ingenuamente", sino que "saben lo que están haciendo: intentar desestabilizar", pese a lo cual advirtió que "estoy bien firme y paradita".
Fuente: Télam