La flexibilización del acceso al mercado cambiario para personas, junto con la eliminación de restricciones para importaciones y pagos al exterior, permite volver a dinamizar el comercio, estimular la producción local y generar empleo genuino. Esta apertura, sostenida con criterios de prudencia, constituye una herramienta fundamental para reactivar la actividad económica.
En este contexto, el respaldo financiero internacional logrado por el Gobierno, a través del nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional y el fortalecimiento de las reservas internacionales, aporta la solidez necesaria para transitar esta etapa con mayor certidumbre y seguridad.
Desde CADAM apoyamos decididamente este conjunto de medidas, convencidos de que representan una oportunidad histórica para construir una economía más abierta, previsible y competitiva, con reglas claras y sostenibles en el tiempo.
Desde el análisis técnico, destacamos que la prohibición de emitir para cubrir el déficit fiscal y la eliminación progresiva de los pasivos remunerados del BCRA abordan dos de las fuentes más persistentes de inflación en la Argentina. Al mismo tiempo, el esquema de bandas cambiarias ofrece una salida “ordenada” del cepo, brindando mayor libertad sin caer en una flotación descontrolada del tipo de cambio.
Reconocemos que el éxito de esta transición dependerá en gran medida de la confianza. Si el mercado, los inversores y la sociedad perciben firmeza y coherencia en el cumplimiento de los objetivos fiscales y monetarios, se reducirá la incertidumbre y se abrirán las puertas a una mayor inversión. En CADAM confiamos en que el Gobierno sostendrá este rumbo, con el objetivo claro de reducir la inflación, normalizar el funcionamiento de la economía y garantizar un entorno propicio para el desarrollo productivo.
Entendemos, asimismo, que el contexto político y social será determinante. Las reformas estructurales requieren tiempo y estabilidad para consolidarse. Por eso, consideramos fundamental que este programa se complemente con una agenda de reactivación productiva que acompañe la consolidación macroeconómica, fortaleciendo el entramado industrial, comercial y laboral de la Argentina.