"Después del shock de las 300 mil líneas dadas de baja en el primer trimestre, durante el segundo trimestre la tendencia de caída sigue pero no en esos niveles, y lo que se estima es una pérdida de600 mil en todo el 2002", indicó a Télam un empresario del sector, que reconoció tener una visión "optimista" ya que un aumento de la tarifa podría multiplicar esa cifra.
Dar de baja una línea, significa para una familia haber llegado a la última decisión de ahorro, ya que según el último estudio realizado por el analista Enrique Carrier, el teléfono fijo es el último servicio de telecomunicaciones que las familias piensan en eliminar. (Télam)