Se trata de la primera iniciativa privada con participación estatal que se enmarca en un plan de exportaciones de productos y servicios tecnológicos, que no deja de lado la necesidad de capacitar a las empresas locales para que se preparen a enfrentar las exigencias de los mercados internacionales.
La agencia tiene como socios instuticionales fundacionales a la Cámara de Empresas de Software y Servicios (Cessi) y a la Cancillería, pero están abiertas las puertas para que ingresen otras cámaras del sector y más empresas que se podrán sumar a las que ya se comprometieron en la iniciativa como socias.