Pero hasta hace poco más de cuatro siglos el Año Nuevo se festejaba, según épocas y lugares, el 25 de marzo, el 6 de enero y el 25 de diciembre.
En realidad, el año astronómico o natural comienza el 21 de marzo, cuando se produce el Equinoccio Primaveral, que en el hemisferio sur se corresponde con el otoño; lo del 1 de enero, en cambio, es sólo una convención, que en principio fue religiosa y terminó siendo cultural, al menos para occidente. (Télam).-