En tal sentido “la gente no retira su moto por no cumplimentar con la debida documentación o aduciendo falta de dinero para pagar el arancel fijado, en otro de los casos optan por comprar otra moto, “porque las cuotas son accesibles y el patentamiento es barato”.
Los rodados antes mencionados son de baja cilindrada. Esto ocurre porque son las que más circulan en las calles y, por ende, las más controladas en los operativos.
En los controles rutinarios se sanciona la falta de uso del casco, las falencias en la documentación y la ausencia de elementos de seguridad, como luces y espejos retrovisores.
Más allá de la importante cantidad de motos que Policía de Tránsito incauta por esos incumplimientos, Matterson aclaró que los controles apuntan a garantizar que los conductores acaten las normas de tránsito. Por eso hizo énfasis en el uso del casco.
Hay motos que no están en condiciones técnicas de poder circular por las calles de la ciudad, también apuntó que se esta trabajando para poder contar en los próximos días con una dependencia que lleve a cabo la revisación técnica de motos de baja cilindradas y alta gama, requisito que será obligatorio para poder circular.
Por ultimo manifestó que para recuperar el auto o la moto secuestrada, implica presentarse ante el Juzgado Municipal de Faltas Nº 1 o 2 con la documentación completa del vehículo y del conductor, efectuar un descargo por infringir la Ordenanza de tránsito, y en el caso que corresponda, abonar la multa prevista según el vehículo en cuestión.