Los evacuados reciben mensualmente 1.000 dólares, de parte de la Compañía Eléctrica de Tokio (TEPCO) -operadora privada de Fukushima-1-, pero el alcalde de Namie, Tamotsu Baba, consideró que no es suficiente para cubrir los gastos de un desplazamiento prolongado, por lo que solicitó 3.500.
Baba, explicó que esta demanda representa a más de la mitad de los residentes en esa ciudad, que tuvieron que ser evacuados a causa del accidente en la central nuclear de Fukushima-1.
A pesar de que hay muchos municipios en la misma situación, Namie es el primero que decide a reclamar mayor implicación de TEPCO ante el Centro de Resolución de Disputas por Daños Nucleares, informó la televisión pública NHK, según despacho de Europa Press.
El 11 de marzo de 2011, un terremoto y un tsunami arrasaron la costa de la prefectura japonesa de Fukushima, dando lugar al peor accidente nuclear de la historia, junto al de la central de Chernóbil, en Ucrania.
Fukushima-1 estaba preparada para un terremoto, ya que Japón se asienta sobre una falla, pero no para un tsunami, por lo que el azote del mar provocó varias explosiones de hidrógeno que hicieron que los núcleos de algunos de sus reactores se fundieran parcialmente.
Esto provocó la liberación de una gran cantidad de partículas radiactivas. Desde entonces tratan de enfriar la central nuclear bombeando agua.
La gran cantidad de líquido, necesario para devolver a Fukushima-1 a niveles seguros de radiactividad, obligó a construir siete tanques para almacenar el agua contaminada. En los últimos meses se produjeron varias filtraciones, por lo que están estudiando otro sistema.
Fuente: Télam