El proyecto de ley propone declarar al Aceite de Oliva Argentino como Alimento Nacional, siempre que sea industrializado en la República Argentina, utilizando únicamente como materia prima aceitunas que sean íntegramente cosechadas en territorio argentino.
Previo a la presentación que formuló el diputado nacional por La Rioja, la subsecretaria de Industria valoró la iniciativa legislativa que apuesta incrementar el consumo de aceite de oliva en el país, sobre todo teniendo en cuenta los beneficios que ofrece a la salud; a la vez que agradeció la presencia en Catamarca del diputado Tineo. La funcionaria que depende del Ministerio de Producción recordó que este proyecto surgió luego de la presentación de las Mesas de Trabajo que se desarrollaron durante la edición de Expolivo 2012, en septiembre pasado, en Catamarca.
También asistieron a la disertación, el decano de la Facultad de Salud, Omar Barrionuevo; el director de Comercio de La Rioja, Mario Stanojevic; funcionarios provinciales y referentes de referentes de organismos nacionales con sede en Catamarca (SENASA, INTI, INTA, Agricultura Familiar), empresas olivícolas, Sociedad Rural y de cámaras empresariales, entre otras.
Programa Federal
Por otro lado, la iniciativa del legislador riojano contempla el diseño de un Programa Federal de Promoción del Aceite de Oliva Argentino cuyo objetivo principal sea incrementar el consumo interno del aceite de oliva argentino, orientar su incorporación a la canasta alimentaria habitual de los argentinos y consecuentemente ampliar la participación de dicho producto en los mercados nacionales.
En la presentación realizada ante autoridades catamarqueñas, Tineo habló de las facultades del aceite de oliva y mostró información estadística en cuento a los volúmenes de producción y hectáreas implantadas, entre otros datos de interés que se plasmaron en el proyecto de ley.
Como se sabe, el consumo de aceite de oliva tiene un muy buen efecto– entre otros beneficios- en las enfermedades cardiovasculares. Ha sido demostrada en la prevención primaria, donde se reduce el riesgo de desarrollar la enfermedad, y en la prevención secundaria, donde se evita la recurrencia después de un primer evento coronario. Otro beneficio está ligado a un claro efecto reductor sobre la presión arterial, la diabetes, refuerza el sistema inmunológico y aporta a la reducción de la obesidad gracias a la sustitución en el consumo de grasas animales.
