Si alguna importancia tenía la llegada de Barrionuevo a Catamarca, era para saber cual iba a ser el modo en que esta vez, el gastronómico intentaría arruinar a su partido.
En un acto donde fue el principal orador, el dirigente soltó otra vez la perorata de la llegada del General a Ezeiza, la ilusión de los peronistas, la deuda con la militancia, etc, etc, y asumió la presidencia del partido justicialista en Catamarca. Ante la presencia de algunos