"Hay funcionarios que presionaron al personal, les dijeron que se iban a suspender el pago del incentivo por productividad, las horas extra", denunció Barros.
El sindicalista adelantó que seguirán en estado de asamblea permanente y no descartó convocar una nueva movilización en los próximos días para exigir un "aumento del 50 por ciento" para los municipales.
Barros negó que el gremio que preside haya perdido legitimidad. Aseguró que cuenta "con todo el apoyo de los trabajadores, institucional y gremial".