Ante la presencia del jefe de Gobierno Porteño, Mauricio Macri y de todo su gabinete, el Arzobispo señaló el versículo bíblico en el que Jesús le dice a sus discípulos que "el que quiera ser el primero, debe hacerse el último y servidor de todos".
"(Jesús) lo dice en el contexto en el que sus discípulos buscaban una grandeza según categorías humanas, movidos por la ambición de privilegios, autoridad y poder. Pero el que vino a servir y no a ser servido, propone un camino real, el que nos lleva a considerar a los otros como superiores a nosotros mismos", reflexionó.
Además, reprodujo unas palabras del papa Francisco: "quisiera pedir, por favor, a todos los que ocupan puestos de responsabilidad en el ámbito económico, político o social que seamos custodios de la creación, del designio de Dios inscrito en la naturaleza, guardianes del otro".
Poli sostuvo además que los argentinos tienen "sobrados motivos" para confirmar su esperanza, la que los "hace mirar el futuro con serenidad, pues las promesas del Señor de permanecer con nosotros hasta el fin, alimentan la alegría del camino".
De la ceremonia que se extendió por casi una hora, participaron además representantes de distintas confesiones religiosas cristianas como así también de otros credos.
Luego de la bendición, el propio arzobispo tomó la palabra y sostuvo que "durante los cinco años que estuve (como obispo) de La Pampa, los Tedeum los terminábamos saludando con un Viva la Patria", gesto que fue contestado por un estruendoso "Viva" por parte de los presentes.
Fuente: Télam