Entonces, el cambio como necesidad debería ser un hecho, el problema es que aunque los candidatos busquen identificarse con esta valoración, la realidad nos muestra otra cosa totalmente distinta.
Continuemos haciendo memoria, en cuantas elecciones anteriores a ésta nos propusieron un cambio, ampliemos inclusive el espectro y no extendamos hasta el nivel nacional... infinidad de veces lo propusieron y lejos de vivir en un país diametralmente opuesto al que nos prometían, hoy la crisis tomó dimensiones inconmensurables.
Sigamos analizando, el mensaje de cambio debe ir acompañado por acciones concretas de cambio y lejos de esto, los candidatos continúan con el asistencialismo y las promesas y lo peor de todo es que se lo recriminan como si fuera solo un partido el que lo hiciera, y no nos referimos solo a las fuerzas mayoritarias.
Los planes Jefas y Jefes de hogar son otro claro ejemplo de que aquí nada cambió ni cambiará, al igual que los benditos bolsones de alimentos. Las familias de escasos recursos tienen necesidades se deben asistir, pero de maneras diferentes a las que se están implementando, a que nos condujo el asistencialismo desmedido y mal dirigido, sin dejar de mencionar la equívoca distribución.
Nada a cambiado, escuchamos a los candidatos criticar a sus opositores, poniendo en tela de juicio su honestidad moral, su capacidad intelectual y hasta se busca ridiculizar a los oponentes. Esto no es necesario, no es conducente, necesitamos propuestas estudiadas, prácticas, comprobables y que puedan ejecutarse, cuantas ideas justificadas escuchamos hasta el momento.
Las frases más comunes del no cambio; Mis hermanos catamarqueños lucharemos por salir de la miseria, el hambre, la desnutrición, terminaremos con la corrupción, la desocupación para vivir en una nueva Catamarca... Estos discursos tan poco renovamos no son nuevos y sin embargo el cambio no llegó, el hambre no desapareció y la corrupción continúa instalada.
El cambio sin embargo no es posible sin el pueblo, ya que somos nosotros los que permitimos que los errores, equivocaciones y mentiras continúen. Si queremos un cambio comencemos a pensar, a educarnos y veremos después que nuestros dirigentes van a cambiar. De la Redacción de Diario C.