La aeronave sufrió desgastes por los servicios que prestó en el control de los incendios en el cerro San Javier durante septiembre del año pasado, según explicó Luis Rosa, director provincial de Aeronáutica. El problema del Bell 407 apareció en octubre, antes de las elecciones, cuando viajó a Tafí del Valle para llevar al presidente subrogante de la Legislatura, Regino Amado, y al entonces candidato y ministro del Interior, Osvaldo Jaldo (hoy diputado nacional). Amado dijo que se trasladaron para participar de un acto oficial.
Rosa advirtió que el helicóptero podría ser precisado en el caso de que se produzcan las inundaciones típicas de esta época. “El problema se nos presenta cuando crecen los ríos. Además, ya comienzan las clases... Lo vamos a necesitar”, expresó el funcionario a LA GACETA.
A finales de 2013 fue librada la partida para afrontar el arreglo del motor, según detalló el funcioanrio. Pero el receso de enero suspendió el acceso a los fondos y, ahora, el precio aumentó, ya que varios de los repuestos necesarios para la reparación son importados y están sujetos a los vaivenes del dólar. Rosa calculó que el arreglo costará $ 100.000. “Se ordenó desarmar el motor, para descartar que se haya producido una carbonización durante los incendios de septiembre. En esos días se quemaron muchos pastizales, que levantaron basura; esta fue taponando el radiador de aceite. Estuvimos volando durante casi dos semanas en la zona e hicimos muchos aterrizajes de emergencia”, agregó.
Rosa detalló que el gobernador José Alperovich está al tanto del desperfecto. “Desde que se paró, no tenemos vehículo para asistir a residentes de la alta montaña y de otros lugares de difícil acceso. La gente del Siprosa y de Emergencias está viajando por tierra”, señaló.
Amado admitió que se enteró del problema del helicóptero luego del aterrizaje. “Los pasajeros no escuchamos las comunicaciones del piloto, así que yo lo viví como un viaje tranquilo. No hubo maniobras de emergencia, simplemente nos dejaron en Tafí del Valle y mucho después supe que (la aeronave) necesitaba un mantenimiento”, expresó el dirigente monterizo respecto a aquella jornada de octubre. “Gracias a Dios no pasó nada, porque uno siempre siente un temor cuando sube a un vehículo aéreo”, comentó entre risas el legislador alperovichista.
Fue durante ese recorrido oficial que se detectó un recalentamiento en el aceite del motor, que obligó a consultar a la fábrica, según la explicación de Rosa.
Fuente: lagaceta.com.ar
