De esta manera, el radicalismo busca una salida política para evitar que se caiga la acusación y salir de la incómoda situación de recurrir a la estrategia política de no dar quórum que implementa desde hace dos meses para impedir habilitar el debate del dictamen contra el tribunal.
Esta jugada del radicalismo es de alto riesgo para su estrategia que busca desde hace años el enjuiciamiento de los jueces, porque deberá dar quórum para comenzar la discusión y si la votación es negativa dejará abierta la puerta para que el justicialismo pueda rechazar el juicio a la Corte. (Télam)