Cabe destacar la peligrosidad de transmisiones de enfermedades que causan, la más conocida por todos nosotros es el dengue, transmitidas por el mosquito aedes ahegypti, pero también existen otras calamidades insertas en el organismo de estos insectos que son la fiebre amarilla y el paludismo en el cual el mosquito actúa como vector directo y super contagioso.
El mosquito posee capacidades que nosotros, los seres humanos no poseemos, y la principal es la mutación, es decir, se va acostumbrando a los venemos que utilizamos para combatirlos, pasa la información de una generación a otra y así sucesivamente, llegado el caso, el venemos que se utilizó primigeniamente ya no es útil a la generaciones venideras, ya que genéticamente se encargaron de pasar la información a las otras generaciones; es por ello que poco o nada hacen los venemos, o su efectividad es muy corta, porque ya no sirve para las otras generaciones de mosquitos.
Los principales afectados somos las personas, es por ello que debemos combatirlos, no dejandoles ambientes aptos para su reproducción. El mosquito deja sus larvas en el agua estancada, zanjas, drenajes, o cubiertas viejas que acumulan agua. A este mosquito le encanta estar cerca de las personas.
Si los insecticidas poco pueden, nosotros podremos con nuestro propio medio, no podemos en pleno siglo XXI permitirnos que se acerquen enfermedades del siglo pasado, por eso funcionarios a sus funciones y alejemos a este mal amigo.
Pedro Martínez
Conciencia Ambental Tucumán