El director general de la UNESCO, el japonés Kochiro Matsuura, dijo en la apertura simbólica de la Conferencia Mundial de Educación Superior que el sector -integrado mayoritariamente por las universidades- está protagonizando un "rol revolucionario", por el incesante aumento de estudiantes sobre cuyos hombros recae el futuro inmediato del planeta.
El delegado mexicano y presidente de la Asociación Internacional de Universidades, Juan Ramón de la Fuente, pareció dar en la tecla al ratificar la oposición generalizada a la Organización Mundial del Comercio, cuando a fines del siglo pasado declaró a la educación como un bien transable, lo que pavimentó el camino de una privatización desregulada.
En los mismos términos está escrito el borrador de uno de los tres documentos centrales del encuentro, en el que participan ministros de buena parte de los 191 estados miembros de la UNESCO; al señalar que "el comercio de servicios es una manifestación de la globalización que causó gran preocupación en la comunidad académica".
El debate ideológico que se avecinaba en este punto, sin embargo, pareció neutralizarse de ese modo diplomático y el interés se centró más al conocerse, por ejemplo, que sólo el 26 por ciento de la población mundial en "edad educativa", tiene acceso a Internet; pese a los esfuerzos que se están haciendo en sentido contrario.
El mencionado informe preliminar sobre el que empezarán a trabajar mañana los especialistas, revela que "algunos países han logrado casi el acceso universal a la educación superior con un 70-80 por ciento de las tasas de participación de edad, mientras que otros siguen siendo muy por debajo del 10 por ciento".
Argentina tiene una de las mejores coberturas, superando el 46 por ciento y posicionándose casi al tope de la lista en América Latina y el Caribe, con tendencia ascendente, ya que además de las casi sesenta instituciones particulares de educación superior, tiene 40 estatales.
China tiene 2200 instituciones de ese nivel y, en los últimos años, incorporó a 260 millones de jóvenes de la franja etárea correspondiente, al sistema en el que, curiosamente, también hay un grupo importante de casas de estudio privadas. Mañana, en el inicio oficial de las deliberaciones, hablará el ministro argentino, Juan Carlos Tedesco, una figura vastamente respetada en el mundo unesquiano, ya que fue titular de la OREAL en Chile (enseñanza básica); el ex CRESALC ahora llamado IESALC en Caracas (enseñanza superior) y el BIE -Bureau Internacional of Education- en Ginebra, fundado entre otros por Jean Piaget en la primera mitad del siglo XX, que contiene el mayor archivo mundial sobre la educación comparada.
La representación de nuestro país, presidida por Tedesco, está integrada además por el Secretario de Políticas Universitarias, Alberto Dibbern; el presidente de la CONEAU (Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria), Néstor Pan; el presidente de la Federación Universitaria Argentina, el radical Pablo Domenechini, así como el secretario general de APUBA, Jorge Anro, que representa a los trabajadores no docentes de la UBA.
El acento en la formación docente y la necesidad de reducir los 771 millones de analfabetos que hay en el mundo; pensando que en los países subdesarrollados uno de cada cinco chicos en edad primaria no va a la escuela y de ellos el 53 por ciento son mujeres, también desvelara a los educadores; durante el verano parisino de la crisis.