El muchachito decidió que ya había tenido suficientes "vacaciones" dentro de la casa y después de auto-nominarse cinco veces y no obtener resultados positivos, directamente pidió a la producción salir del juego, según él, para retomar sus estudios de ingeniería.
La actitud del desertor no causó gracia ni a la producción ni al resto de sus compañeros; el hecho de recibir reemplazos del exterior pone en desigualdad de condiciones a quienes se encuentran recluidos ya por seis semanas y no han tenido contacto alguno con el afuera.
De cualquier manera, Jorge Rial dejó en claro a los nuevos hermanitos que quienes brinden información serán directamente expulsados de la casa. Los confinados tampoco pueden hacerles preguntas ni armar estrategias para obtener datos del afuera. En el caso que suceda, irán directo a la placa de nominación.
Pocos minutos después de las 23 se produjo tanto la salida de Juan Pablo como el ingreso de los nuevos hermanos; Jonathan Kok y Constanza Álvarez. Jonathan tiene 25 años, es de Martínez y aseguró que quiere ganar el premio. Constanza es de Corrientes, tiene 23 y es bailarina. Ambos tienen un tiempo de gracia, ya que Gran Hermano les otorga una semana de inmunidad.
El adiós del cordobés
La expulsión de la noche significó una nueva pérdida para el bando de "los pibes". Emiliano salió de la casa con el 68,01% de los votos. Minutos antes de su expulsión, el cordobés tiró una frase que pintó quizás de cuerpo entero el perfil del futuro expulsado: "Los lindos pueden ser buenos y los feos pueden ser malos", analizó.
Sin embargo, la votación del público no acompañó en este caso al despliegue de simpatía y belleza del rubio. Discriminar su propio costado en las personas de Luz y Alejandro pareció ser, finalmente, una condena hacia sí mismo. La gente decide y la casa siempre gana en Gran Hermano 2011.
Fuente: lavoz.com.ar
