Las autoridades locales dispusieron de inmediato que los cuerpos fueran enterrados como NN en tumbas individuales en el cementerio de General Lavalle.
En 2003 la intendencia de General Lavalle, a raíz de una investigación periodística de estudiantes de Periodismo de la Universidad de la Plata, informó de la existencia de nuevas tumbas NN en el cementerio de la ciudad.
En ese marco, el juez Horacio Cattani autorizó excavaciones al Equipo Argentino de Antropología Forense, descubriéndose dos líneas de tumbas donde se hallaron ocho esqueletos.
El 8 de julio de 2005 el juez Cattani recibió el informe estableciendo que tres de los restos individualizados pertenecían a las dirigentes de las Madres de Plaza de Mayo: Azucena Villaflor de De Vincenti, Mary Ponce de Bianco y Esther Ballestrino de Careaga, secuestradas entre los días 8 y 10 de diciembre de 1977 cuando integraban el grupo de la iglesia de la Santa Cruz.
Los dos cuerpos femeninos restantes identificados con posterioridad corresponden a la religiosa Leonie Duquet,
secuestrada el 10 de diciembre de 1977 en Ramos Mejía y trasladada a la ESMA, y a Angela Auad, quien se acercó a las Madres porque tenía a su marido, Roberto Genovés, preso en el Chaco. (Télam)