Para el seguimiento de "Belén", se utilizan bandas alares, transmisores de radio y de satélite que, a través de la agencia espacial estadounidense NASA, provee de valiosa información para estudiar los desplazamientos del Cóndor Andino en el norte del país y ayudar a la conservación de estas fabulosas aves y su ecosistema. Este transmisor satelital, cabe señalar, funciona a energía solar y está ubicado en las alas de la especie.
En el caso puntual de "Belén", una hembra juvenil silvestre de Cóndor Andino, fue incautada en Belén, el 19 de abril de 2002 por el Servicio de Fauna Silvestre de Catamarca, y tenía la pata izquierda fracturada a causa de una trampa.
En tal sentido, el Centro de Rescate trasladó al ejemplar y le deparó atención veterinaria y cuidados intensivos por más de siete meses, incluida su operación y posterior recuperación.
En octubre de ese año, miembros del Zoológico de Buenos Aires, el Servicio de Fauna Silvestre de Catamarca y la FBA recorriendo mas de 2.000kilómetros para determinar el lugar de la liberación de "Belén". Y de igual manera, desarrollaron una campaña educativa que abarcó cuatro departamentos (Ambato, Ancasti, Paclín y Belén). En esta, durante 16 días, se visitaron 41 establecimientos y se contactaron con 3.000 alumno. También se hizo lo propio con pobladores de localidades distantes, tal el caso de Aguas Calientes, a 4.000 m/s/n/m en la Puna catamarqueña.
La misma tuvo por finalidad generar conciencia sobre la problemática de conservación que atraviesa la especie, revalorizando al Cóndor Andino, desde una perspectiva biológica y cultural, con el objetivo de garantizar su conservación, y el equilibrio del ecosistema en toda sudamericana.
Cabe agregar que el Cóndor Andino es una ave carroñera, es decir, se alimenta de animales muertos y no mata para comer, como se presuponía. Dentro del ecosistema, su función reviste una gran importancia ya que evita la formación de focos infecciosos, acelerando la descomposición de animales muertos en el ambiente.