El Ministerio de Educación mantuvo hasta el viernes reuniones con dirigentes de Ctera a quienes ofreció aumentos en dos tandas, 2.150 pesos como piso para marzo y 2.200 pesos a partir de julio, que fueron rechazados por insuficiente y por haber sido pautado en dos partes.
Los docentes reclaman un salario mínimo de 2.500 pesos, es decir 700 pesos más que el actual, y sin cuotas.
Además, piden el aumento generalizado de sueldos por encima del 25 por ciento actual y la eliminación de topes para el pago de la Asignación Universal por Hijo y que el Impuesto a las Ganancias no grave los salarios, entre otros puntos.
El gremio nacional convocó a un plenario de secretarios generales para el jueves 17 y declaró el estado de alerta y movilización.
La indefinición a nivel nacional también generó preocupación en los gremios provinciales, como los maestros entrerrianos de Agmer.
César Baudino, del gremio entrerriano, señaló en diálogo con Cadena 3: "El crecimiento económino tiene que estar en el debate no sólo la inflación, por eso el aumento tiene que rondar el 40 por ciento".
Baudino responsabilizó al Gobierno nacional y al de su provincia si las clases no comienzan con normalidad el próximo 28 de este mes.
Por su parte, los docentes jujeños nucleados en ADEP se declararon en estado de alerta y movilización ante la falta de respuesta del Gobierno nacional.
Un congreso extraordinario de maestros de nivel inicial y primario de Jujuy dispuso ayer regresar a cumplir labores administrativas en las escuelas, el 17 de febrero, pero bajo protesta.
Los jujeños pidieron un piso salarial de 2.500 pesos y el blanqueo de los 295 pesos del fondo de compensador docente, es decir, incorporarlo al sueldo básico.