Uno de los ejemplos fue la cooperativa Eventur, una cooperativa que no es del medio la cuál habría cometido fraude laboral en distintos rubros y jurisdicciones del país, por lo que se pudo advertir a tiempo medio del INAES.
Esta entidad receptó varias denuncias y le retiró la matricula a tiempo en atención a lo que denominaban socios cooperadores y en realidad no eran otra cosa que simples trabajadores monotributistas, con la agravante que al estar ausente de la actividad los trabajadores tenían que seguir pagando el concepto de monotributo.
El titular afirmó que el error está en la Dirección de Cooperativas, organismo controlador que tiene la responsabilidad de fiscalizar estás asociaciones.