El pueblo peregrino caminó con fervor elevando súplicas y entonando con alegría los cantos de alabanza a la Madre de Cristo, que desde hace centurias permanece en este Valle bañado por su gracia santificante.
La procesión fue presidida por el Obispo Diocesano, Mons. Luis Urbanč, quien marchó junto con el clero local, congregaciones religiosas, instituciones educativas, eclesiales, autoridades de los Poderes Ejecutivo, encabezadas por el Gobernador de la provincia, Ing. Eduardo Brizuela del Moral, Legislativo y Judicial de Catamarca; municipales, encabezadas por el intendente de la Capital, Dr. Ricardo Guzmán; policiales, militares, entre otras.
Pañuelos elevados al cielo, labios suplicantes y agradecidos, aplausos y vivas a la Virgencita Madre sintetizaron la profunda devoción mariana que se vivió en la jornada dominical.
Antes de la bendición final y del ingreso de la Imagen al Camarín, el Obispo Diocesano, Mons. Luis Urbanč, agradeció a quienes llegaron para estar con su Madre en esta jornada especial, marcada por un amplio operativo para prevenir la enfermedad del dengue, que afecta a Catamarca y otras provincias del país.
El ingreso de la Imagen a la Catedral Basílica se vivió con emoción y unción renovadas.
Con esta manifestación pública de fe culminó el Septenario en honor a la Patrona del Valle de Catamarca, que se desarrolló bajo el lema “La Servidora del Señor y de sus hijos”, en el 118º Aniversario de la Coronación Pontificia de la Sagrada Imagen, y en el marco del Tercer Año de Preparación al Centenario de la Diócesis de Catamarca, que se celebrará en 2010.