Bastaron unos pocos minutos para que varias calles de la Capital se tornaran intransitables, situación que obligó a varios automovilistas a detener la marcha y esperar que el nivel de agua bajara para circular sin problemas.
Pero también, el brusco cambio climático causó problemas a familias de barrios como el Bosco II, Bruno Volta, y el Juan Díaz de Solís. Las precarias viviendas que habitan no soportaron la intensidad de la lluvia y dejaron a la intemperie a sus ocupantes. Ante la situación, personal de Defensa Civil de la Provincia y la Capital realizan un relevamiento y asisten a los afectados.
Fuente: elliberal.com.ar