La bochornosa jornada ya se anunciaba como tal desde las primeras horas de la mañana, cuando el sol asomaba imperturbable por el horizonte y el termómetro ya marcaba una mínima superior a los 26 grados, antesala del infierno que se vivió en horas de la siesta y de la tarde santiagueña.
Ante este panorama, familias enteras comenzaron a llegar a media mañana hasta la zona de los balnearios del río Dulce, en el parque Aguirre, donde muchos se instalaron a compartir una rueda de mate, primero, y un delicioso asado al mediodía.
Luego, y ante la atenta mirada y vigilancia del personal del Grupo Especial de Rescate (GER) y de Defensa Civil de la Municipalidad de la Capital, miles de bañistas comenzaron a ingresar al cauce del Dulce a buscar alivio a tan bochornosa jornada.
“Por suerte todo salió como esperábamos. Nosotros y el personal del GER trabajamos juntos en la vigilancia de la zona. No hubo que realizar rescates de emergencia en el agua y pese a haber mucha gente, ayer la mayoría hizo caso a las advertencia sobre la peligrosidad del río y se bañaron en los lugares habilitados”, comentó a EL LIBERAL Daniel Pikaluk.
Ya entrada la tarde, los bañistas comenzaron a salir del cauce e iniciaron el regreso hacia sus hogares, dejando atrás un día infernal.
Fuente: elliberal.com.ar