Se ha previsto que estos módulos se armen de acuerdo a la edad de los beneficiarios: habrá uno especial para menores de seis meses, otro para chicos de seis meses a dos años y un tercero para población de dos a seis años; contendrá las calorías necesarias para el crecimiento y recuperación del pequeño con bajo peso.
Carabajal aclaró además que este aporte se entregará en forma nominal. Cada centro de salud incorpora a los niños en el sistema informático; con los datos de peso y talla que se ingresan se determina si hay bajo peso ( comprobación que se efectúa también a través de las tablas tradicionales que manejan los pediatras). Esta información se envía al Departamento de Maternidad e Infancia y de aquí se transmite a Desarrollo Social para la confección de los módulos. Cada uno llevará el nombre y apellido del niño que recibirá el aporte , el cual será entregado en el mismo centro de salud y durante las consultas regulares que hacen los padres para el control del pequeño.
Charlas informativas y preventivas
{adr}El profesional manifestó también que el objetivo no es sólo entregar el alimento, porque así no se podrá revertir esta situación,“ hay que darle herramientas a cada familia que tenga un niño desnutrido, necesitamos brindar educación, se deben evaluar las causas y problemáticas que llevaron al niño a ese estado; lo que nosotros tratamos es que la familia, el tutor o el responsable asista a charlas de capacitación en donde el equipo técnico - integrado por el pediatra, un asistente social, un psicólogo y un nutricionista -, informará y responderá las dudas acerca de los problemas que presentan los hijos”, adelantó, al tiempo que aseguró que ese equipo trabajará en las postas, consensuado con las familias interesadas, sobre los días y horarios de las charlas, a los fines de que todos concurran, puesto que se deberá cumplir con un 80% de asistencia para garantizar la regularidad dentro del programa.
Recordó que hay causas primarias y secundarias que pueden llevar a la desnutrición. Entre las primeras se encuentra la falta de ingreso de alimento - ya sea en cantidad o calidad -, y en el segundo grupo inciden factores como las parasitosis, infecciones urinarias o respiratorias crónicas.“ Dentro de las causas primarias, una de las principales consultas tiene que ver con la falta de apetito y aquí se observa a chicos que desayunan tarde y luego no les apetece el almuerzo, también se manifiestan malos hábitos como el consumo de bebidas gaseosas o golosinas. Los padres se acostumbran a esos hábitos en los chicos y no lo ven como un problema hasta que se desencadena algún trastorno alimentario”, se lamentó.
Finalmente, agregó que a la par del aporte alimentario, en todas las áreas programáticas de la provincia también se distribuirán medicamentos como antiparasitarios, hierro y vitaminas para complementar el tratamiento de los pequeños, previa evaluación del médico pediatra o generalista.