Con respecto a la violencia de género, Pizani opinó que "no es que haya un aumento sino que las mujeres se atreven a denunciar", al afirmar que "hemos tenido un avance en que las mujeres denuncien la violencia, y hay dónde ir a denunciar y confianza en el sistema, lo cual no ocurría anteriormente".
"Sin embargo, tenemos un déficit enorme en la impunidad, porque no se construyen bien los expedientes para que se haga justicia".
Por eso, Pizani consideró "importante el trabajo que se hace con los sistemas judiciales para llamar la atención en lo que la Universidad no nos enseña, la violencia contra las mujeres, que es el tema más frecuente de violación de los derechos humanos".
"Trabajamos con la Corte Suprema de Justicia con la Oficina de la Mujer y el Observatorio, tema por el cual me reuní con las dos magistradas -las ministras Elena Highton de Nolasco y Carmen Argibay- con resultados excelentes en el trabajo conjunto", contó.
Pizani dijo que cuando empezó a trabajar como abogada, en 1977, "el tema de la violencia contra la mujer era absolutamente de la vida privada y las personas no se atrevían a contarlo".
Paulatinamente, "eso fue cambiando desde empezar a contarle a una vecina, aunque no se veía que era una agresión ni una violación a los derechos humanos, sino cosas que pasaban en las parejas".
"Nosotros, que trabajábamos con las problemáticas de los niños en el Instituto Nacional del Menor, reportábamos los problemas como ´desavenencias conyugales´ porque no se hablaba de violencia, aunque se tratara de un golpe que rompiera la boca", recordó.
Tiempo después "las organizaciones de la sociedad civil empezaron realmente a visibilizar el tema de la violencia contra las mujeres y empezaron a haber leyes recién a finales de los ´90, cuando el Estado empieza a asumir que es un problema, con más fuerza después de la Conferencia de Beijing en 1995".
A partir de que el Estado "asume el problema y requiere una intervención, vienen las leyes y el tema llega a ser parte de la Declaración de los Presidentes en Unasur", reivindicó.
Pizani participó de un desayuno con líderes de Argentina organizado por la comunidad internacional de Mujeres viviendo con VHI-SIDA y la Fundación Más Paz Menos Sida.
"El desayuno tuvo como objetivo juntar mujeres líderes del deporte, empresarias, legisladoras, periodistas, artistas y de la Asociación de Mujeres Juezas de Argentina, para contar cómo cada una ve la temática de la mujer", contó a Télam Patricia Pérez, de Mujeres viviendo con HIV-SIDA y asesora global de ONU Mujeres.
Pérez contó que "las mujeres líderes pueden hacer hasta un punto, y tratamos de sumar a los gobiernos nacionales y provinciales, con la idea también de que el área específica de ONU Mujer pueda tener una relación directa con las líderes en los países".
"Según el lugar en el que la mujer está, la situación es diferente, pero si ves la ´foto´ hay un mismo hilo conductor que es que las mujeres todavía tenemos necesidades que cubrir, y de la manera en que lo podemos hacerlo es juntándonos, entonces el rol de ONU Mujeres es importante para nosotras", enfatizó Pérez.
Pizani contó que para ella "fue riquísima la experiencia de conocer líderes de otros ámbitos".
Moni Pizani fue viceministra de Infraestructura de Venezuela y presidenta de la Fundación para el Desarrollo de la Comunidad y Fomento Municipal, desde donde desarrolló un proyecto para mejorar las barriadas populares de Caracas con la comunidad, en la construcción de infraestructura, experiencia plasmada en el libro "¿Habitar o ejercer ciudadanía?".
ONU Mujeres se ocupa también de saber cómo están las mujeres dentro de las Fuerzas Armadas, con fuerte presencia en las Fuerzas de Paz en Haití y Chipre, y una proporción del 12% en el total de tropas argentinas, alcanzando por ahora el grado de coronela.
Además, la entidad de Naciones Unidas para cuestiones de género tiene un convenio con el Ministerio de Economía para trabajar la planificación presupuestaria "con enfoque de género, de modo de cambiar la estructura del presupuesto para que identifique las necesidades específicas de mujeres y hombres", planteó Pizani.
Pérez concluyó que el rubro económico "en todos los temas de mujeres impacta porque si tenés una política que habla de perspectivas de género pero no se refleja en el presupuesto, es absolutamente pedagógico: para que sea real el cambio tiene que ser concretado presupuestariamente".
Fuente: Télam
