La chica dijo que el sangrado comenzó hace poco. Que en un primer momento un médico le diagnosticó una infección ocular. Pero que una enfermera le confió que podía tratarse de un “estigma”.
“Nadie sabe lo que tengo, ni qué hacer conmigo, y no puedo controlar el flujo que sale de ambos ojos”, contó Yaritza a los medios locales.
Algunos hablan de una alteración en la coagulación, otros hablan de una conjuntivitis. Pero por lo bajo, se espera alguna reacción de la Iglesia (si es que no la hubo ya). ¿Estigma, un trabajo de Dios, un fenómeno paranormal o una alteración física? Es cuestión de CREER O REVENTAR.
Fuente: blogs.tn.com.ar