Raquel Medina, embarazada de siete meses, permanecerá en observación durante 24 horas aunque se encuentra fuera de peligro pero en estado reservado, mientras el número de personas internadas, tras el choque de dos formaciones de la línea Mitre poco antes de este mediodía, asciende a 51 personas.
"El bebé está bien, ella tuvo cortes pero nada grave", indicó en declaraciones a la prensa Carlos, esposo de la joven embarazada, quien estaba a su lado durante el choque, en la puerta del Santojanni donde también fue atendido.
La joven embarazada de siete meses, el caso que más preocupó a las autoridades, recibió controles de rutina, estudios obstétricos y ecografías y seguirá en observación por 24 horas porque -según mencionan las fuentes del Hospital Santojanni- presentaba "traumatismos abdominales" aunque se encuentra fuera de peligro.
Por otra parte, Aníbal García, de 47 años, ex-combatiente de Malvinas, según trascendió, ingresó al hospital con traumatismos y golpes en la cara, pecho y otras partes del cuerpo, y también permanecerá internado por 24 horas.
Por otra parte, el titular del SAME, Alberto Crescenti, consideró que el operativo sanitario para evacuar y asistir a las personas afectadas por la colisión ferroviaria en el empalme Maldonado, a metros del Planetario porteño, "fue exitoso y no tenemos ningún fallecido".
El resto de los heridos, se repartían en los hospitales Rivadavia, Santojanni, Fernández, Pirovano, Durand y Argerich, todos fuera de peligro, según las fuentes del hospital.
En el operativo de rescate intervinieron seis dotaciones de bomberos, un helicóptero sanitario que trasladó a los heridos más graves al Santojanni, más de 10 ambulancias del SAME, móviles de la policía federal y de la meropolitana.
Por su parte, Gustavo Gago, vocero de TBA, indicó que "el accidente se produjo cuando un tren que iba al ramal José León Suárez estaba detenido y otro avanzó y se produjo el choque".
Precisó que "se están haciendo las pericias para determinar la causa" y estimó que en las unidades "iban entre 80 y 100 pasajeros".
Luego del accidente, el servicio de trenes de la línea Mitre que cubre los trayectos Retiro-José León Suárez y Retiro-Bartolomé Mitre circula desde y hacia la estación Belgrano "R" y se encuentra interrumpido el de Retiro-Tigre. (Telam)
Los “peritajes” no siempre dan cuenta de la verdad y por secretos resortes tapan fallas humanas, salvo en casos donde convenga responsabilizar a “perejiles”.
Los intereses económicos que se mueven detrás de estos asuntos y el lavado de imagen que las grandes empresas acostumbran a hacer, moviendo sus “influencias” y algo más, a corto o largo plazo dejan en el camino cualquier intención de recta investigación, máxime que rápidamente otras noticias importantes tapan la anterior y como la memoria frágil de los argentinos olvida pronto lo ocurrido (a diferencia de odios inculcados), poco se resuelve con seriedad. Podría haber inicio de juicios particulares y defensores que salgan a cobrar “notoriedad” reclamando resarcimiento para algunos afectados, pero en nuestra estancada sociedad sólo son culpables los que roban gallinas para comer. Sin ir más lejos, en Capital Federal las líneas de ómnibus cometen abusos y las peores infracciones a la vista de funcionarios de todas las áreas oficiales, maltratan pasajeros, contaminan con humo negro aceitoso desde sus caños de escape, atropellan, mutilan y matan personas de manera incesante, gracias a secretas garantías de impunidad por presuntos y añejos sobornos a autoridades de aplicación ¿o será que “pícaros” dueños de líneas de ómnibus financian campañas políticas para convertirse en “intocables”?
Cuatro preguntas simples: ¿no existen controles desde un área central visualizando permanentemente recorridos de trenes y ramales habilitados según horarios? ¿no hay comunicación con las unidades? ¿pudo estar alcoholizado, “alegre” o con sueño el conductor, motivo de “festejos” anticipados de Fin de Año? ¿se hablará de “fallas mecánicas”, viejo cuento del tío y a otra cosa mariposa? En cuarenta años de periodismo no comprometido (sin techos), he visto que todos los accidentes grandes lo único que alcanzan son amplios espacios en medios de prensa hasta que otra noticia de la semana lo tapa; imagino entonces a los juzgadores contentos con menor tarea “investigativa” ¿cuándo la espada de la ley tocó a peces gordos o a empresas poderosas? (exceptuando cuando “papás” con poder lo ordenan para cubrir apariencias).
Supongo que estos hechos podrían evitarse, es hora que la vida humana tenga más valor en nuestro país.
CARLOS ESTRADA
(escritor y periodista de investigación)
Lector de “Diario C” digital.
Buenos Aires, 2 de enero de 2011.