Actualmente estos proyectos que están en marcha van ha establecer una pena máxima para cualquier tipo de delito de tres años si tiene de 14 a 16 y de 5 años a los menores de 16 a 18, explicó el magistrado.
“Cuando un menor cometa un delito aberrante se va a volver a instalar el debate en la sociedad para precisamente subir la pena”, aportó.
“El muy difícil hacer ortopedia social desde el castigo, hay que hacerlo también desde la prevención y la contención”, resaltó en ese sentido.
“El estado tiene muchas funciones entre ellas la de la acción social que es la que contiene y brinda el tejido social para estos jóvenes pero la Justicia lamentablemente no tiene una función preventiva sino netamente represiva ya que actúa una vez que se comete el hecho delictivo”, argumentó.
En relación a la superpoblación en la cárcel local dijo que a raíz de las últimas reformas se ha poblado la cárcel local aunque desconoció que la misma esté superpoblada. De esta manera añadió que según lo que él tiene entendido, se está trabajando sobre la ampliación del Servicio Penitenciario.
“Los casos de flagrancia superpoblarán las cárceles. Hay que trabajar mucho en la reinserción en la sociedad y contención que probablemente no la tuvieron nunca”, puntualizó, aunque explicó que este proceso es muy auspicioso para la sociedad en torno a brindar una respuesta inmediata para el acusado y la víctima. “Esto actúa como un freno a la carrera delictiva”, finalizó.